María Jesús Álava analiza los casos de mobbing laboral, a raíz de la denuncia de 15 nadadoras a la ex seleccionadora de la sincronizada española Anna Tarrés.
Nos habla, sobre el rendimiento laboral bajo presión, como influye esa presión sobre el carácter de las personas y que la seguridad y motivación son claves para cumplir los objetivos personales y laborales.
A todas las personas que han sufrido mobbing laboral, les diría que pidan ayuda psicológica.
¿Se rinde mejor bajo presión?
Nos podemos plantear, si realmente las personas necesitan un nivel de presión enorme para rendir al máximo, la realidad es que no. Lo mejor para que una persona saque lo mejor de sí mismo es darle seguridad, motivarles, tener un objetivo muy claro; que realmente se involucre, que piense que lo puede hacer de maravilla, que lo viva que lo sienta que lo disfrute y que sea feliz.
Ese precio los psicólogos, sabemos que no se ve tanto ahora, sino al cabo a lo mejor dentro de 5 ó 10 años. Si miramos el efecto que ha tenido sobre esas personas, esa presión tan salvaje nos daremos cuenta, que son personas más inseguras de lo habitual, con la autoestima muy baja, con un nivel de perfeccionismo que es imposible alcanzarlo en la vida normal y con una sensación de infelicidad enorme.
A todas esas personas que han sufrido esa situación, les diría que pidan ayuda psicológica porque realmente la van a necesitar.
¿Las personas que trabajan bajo presión, lo suelen denunciar?
Casi nunca lo denuncian, y la razón fundamental es por miedo. Por miedo y porque son personas que se han quedado muy bajas de autoestima y se avergüenzan de sí mismas, de lo que pueden estar pasando.
¿Por qué los líderes llegan a ese nivel de presión?
Son personas con un nivel de ambición, a veces, totalmente desmesurada, que piensan que todos los medios son lícitos, para conseguir realmente esos fines, que no son líderes, nunca un buen líder utilizaría realmente esos medios, y que lo que piensan es: «oye; presionando mucho voy a sacar el máximo», es un error enorme, porque no tratan a las personas realmente, como seres humanos, porque llega un momento que esas personas van a soñar con ellos el resto de su vida, porque no tienen la sensibilidad mínima que te lleva a sacar lo mejor de cada persona, a la vez es aventurar mucho; pero una persona feliz, con buen equilibrio emocional, no somete a nadie a ese tipo de presión.