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 El término que de manera habitual se asocia a la motivación es el DINERO. No es discutible que es un motivador, sin embargo, tiene importantes dificultades. Toda organización tiene unos límites en su aplicación, tanto en el plano colectivo como en el individual. Además, tiene una característica que se olvida con frecuencia: al poco tiempo de utilizarlo pierde su poder motivador y hay que volver a repetir su aplicación. Por otra parte, si se incluye en la retribución ordinaria, pronto se considera un derecho adquirido y se demanda un nuevo aumento para mantener la motivación. La propuesta no es eliminarlo de la lista de posibles motivadores, sino desarrollar otras herramientas igualmente potentes y con posibilidades de uso en el día a día de la actividad laboral.

Con la promoción laboral, otro elemento motivador, el análisis podría ser similar. No se puede ascender de manera generalizada y continua a todos los colaboradores.

¿Es posible mantener un equipo de trabajo motivado cuando los recursos económicos son limitados?

Sí, sin ninguna duda. Podemos encontrar dos líneas de desarrollo en la motivación del equipo: a) motivarles como equipo; b) motivarles de forma individual. Y siempre con una perspectiva clara de que la motivación es esencialmente subjetiva, donde cada persona se motiva por factores distintos y particulares. Es el jefe del equipo el que debe encontrar las herramientas más adecuadas para cada persona y para cada situación.

DIFERENTES ALTERNATIVAS COMPLEMENTARIAS PARA DESARROLLAR LA MOTIVACIÓN

A)      La comunicación es importante: periódica y puntual, de elementos institucionales, organizativos y personales.

B)      Dar retroalimentación del trabajo realizado. Resaltar las mejoras y los aciertos importantes: en sesiones de evaluación y en momentos puntuales, en privado y en público. Señalar los errores más como áreas de mejora que como fallos imperdonables.

C)      Dirigir con el ejemplo.

D)      Conocer de manera profunda a cada miembro del equipo: aptitudes, capacidades, áreas de desarrollo y factores que motivan a cada persona.

E)      Indicar qué se espera de cada uno y ayudarle a conseguirlo: objetivos, cambios esperados y resultados deseados, proporcionar herramientas materiales, formativas, y oportunidades de desarrollo.

F)       Trato personal respetuoso como persona, en todo momento y en toda circunstancia.

G)     Relación fluida y de fácil acceso, especialmente para atender demandas tanto laborales como personales.

H)     Escuchar y fomentar las iniciativas y la participación en la toma de decisiones.

I)        Fomentar la cohesión interna del equipo: comunicación, colaboración, buenas relaciones, buen clima laboral y situaciones de distensión. Tratar de resolver los conflictos internos de manera rápida y “limpia”.

J)        Evitar cualquier comportamiento (por acción o por omisión) que lleve a la desmoralización.