Mi experiencia como psicóloga me indica que no todos entendemos lo mismo por estrés, por eso puede resultar interesante que veamos cuál es la definición más consensuada de este término. La Organización Mundial de la Salud define el estrés como “el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan el organismo para la acción”.
Las respuestas del organismo se realizan en los planos biológico, físico y psicológico, a través del complejo sistema psiconeuroendocrinológico.
En este sentido, es muy conocida la definición de Richard Lazarus: “Estrés es el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar”.
El estrés en el trabajo acontece cuando se dan un conjunto de «Reacciones nocivas físicas y emocionales, que ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos o las necesidades del trabajador».
Se dice que muchos directivos, y trabajadores que se exigen mucho a si mismos, pueden sufrir un estrés por sobreestimulación.
El estrés por sobreestimulación puede generar tensión nerviosa, fatiga, irritabilidad, crisis de decisión, ansiedad, confusión, embotamiento, desconcentración…
En el próximo post veremos cómo hacer frente al estrés.